Hoy vamos a echar el resto. Madrugamos para llegar al ferry que sale a las 9.30 desde Kaupanger. Justo a tiempo!, conducción temeraria en carreteras de montaña, toca exprimir un poco el polo (siempre dentro de los márgenes de seguridad: Dependiendo del color de la cara de Merche sé si puedo ir más rápido o no..) embarcamos, pagamos una pequeña fortuna y cogemos sitio en cubierta para nuestro “paseo” por el fiordo. Hace frío y viento, viendo el paisaje se olvida… está nublado pero no llueve. Dura 2 horas, pero ni te enteras, te quedas embobado mirando a todos lados, las montañas, las casitas desperdigadas por la orilla,… Hacemos una parada en un pequeño embarcadero para dejar el correo. Nuestro crucero termina en Gudvangen, el brazo del fiordo se estrecha, impresionantes paisajes. Parece que el mundo se acabe unos metros más adelante.From Gudvangen nos dirigimos a Flam por carretera. Son unos 15 kilómetros, prácticamente todo el recorrido es túnel. Llegamos al complejo turístico justo a tiempo para coger el tren de las 12.20. Allí te sacan un riñón y te dan un bote de vaselina $$$.. Paisajes muy bonitos, incluso hace un paradita en una cascada espectacular para hacer fotos, ya casi se me ha olvidado cuánto vale el billete, Kjosfossen. Llegamos a Myrdal , hace un frío que pela esta medio nevado y lleno de gente haciendo rutas en bici de montaña (envidiaca). Hacemos unas fotos y cogemos el mismo tren para bajar.
Volvemos al coche para visitar la iglesia de Borgund. Llegamos a Aurland con la intención de coger la carretera de las nieves. Pero cuando nos queremos dar cuenta, estamos metidos en el túnel que une Aurland con Laerdal de nada más y nada menos que 24 km. Para amenizar el viaje, cada 6 km hay un trozo iluminado con colores, curioso (y seguro que provoca más de un accidente.)
En Borgund está sin duda la iglesia escandinava que más impresionante, a pesar de tener dos andamios en los laterales, la están restaurando. Aunque fue una pena que no se viese totalmente por los andamios, pudimos ver in situ cómo sustituyen las tejas de madera de pino por otras nuevas que cortan allí mismo.
De vuelta, decidimos visitar el glaciar Nigards. Tomamos el desvío en Gaupne, a los 30 km llegamos a una caseta y una barrera, pone que si no hay nadie debes levantarla tú, dejar un sobre con el dinero que vale entrar en el parque natural y volver a bajarla..JAAAA! En España si quieres cobrar "ties que estar". A unos 5 km, nos encontramos con la lengua de hielo. Llueve a chorro.
La primera vez que ves un glaciar te sientes una mierda... estas ante una fuerza de la naturaleza... una masa enorme y poderosa de hielo que parece inmóvil, tiene grietas de formas caprichosamente amenazadoras como si fueran enormes y toscos cuchillos apuntando al cielo. Los colores creados por el hielo y la nieve hacen que te sientas en un entorno sobrenatural.... y no es coña. Cuando un bloque se desprende un crujido atronador inunda el valle y te das cuenta de que eso está en continuo movimiento .. Vivo.
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